Aunque determinar el origen de este deporte no es tarea fácil, nos vamos a sumergir en la historia del golf para entender, un poco mejor, cómo ha llegado a convertirse en lo que hoy es.
No hay unanimidad entre los expertos a la hora de hablar sobre cómo nació el golf. Muchos determinan su origen en la Alta Edad Media, en Escocia. Sin embargo, hay otros que se remontan muchos siglos más atrás y relacionan este deporte con la práctica de un juego en el Imperio Romano.
Sea como fuere, lo cierto es que los juegos con palo y pelota existen desde hace milenios. Quizás el golf sea una evolución de uno de ellos o puede que sea el resultado de una combinación de varios.
La historia del golf está llena de incógnitas. Lo que sí se puede rastrear son algunas pistas en las que coinciden buena parte de los expertos en este tema.
La primera de ellas es que, efectivamente, los romanos practicaban un juego con un palo curvado y una pelota hecha de plumas que puede que sea el germen de lo que hoy se conoce como golf.
Avanzando en la historia, en el siglo XIII existen registros en los Países Bajos de un juego que también se jugaba con palo y pelota y que se denominaba “kolf” (“palo” en holandés). La similitud con el golf actual va más allá del nombre o del equipamiento que se necesitaba para jugar, ya que el juego consistía en darle con la bola a un blanco con el menor número de golpes posibles.
En fechas cercanas en Francia hay registros de un juego parecido a éste y, posteriormente, se hizo popular el Paille-Maille, un juego conocido en España como Mallo, similar al croquet y que también pueden haber influido en lo que hoy conocemos como el golf. Las referencias a juegos relacionados con la práctica del golf no cesan: las hay en Bruselas e Inglaterra en el siglo XIV o en Flandes en el XV.
Un deporte de origen escocés
A pesar de todo ello, la mayoría de los expertos coincide en afirmar que el juego del golf tal y como se conoce en la actualidad tuvo su origen en Escocia a principios del siglo XV, en algún lugar de su costa. De hecho, el campo que se considera el precursor de los campos de golf modernos es el escocés de Saint Andrews. Su topografía hacía que, de manera natural, el terreno fuera el idóneo para la práctica de este deporte.
Por esta época, el golf se convirtió en uno de los deportes favoritos de la población. Tanto fue así que incluso hay un escrito (en el que se ve, por primera vez, la palabra “golf” tal y como la conocemos hoy) en el que el rey de Escocia, Jacobo II, prohibía la práctica del golf en favor del tiro con arco.
Tuvieron que pasar varios años hasta que se permitió su práctica. Ya en el siglo XVI, el golf se convirtió en un deporte habitual entre la realeza.
Desde ese momento, las referencias a este deporte son constantes: se crean los primeros clubes de golf (como el Royal Burgess Golf Society, de 1735, o el Honourable Company of Edinburgh Golfers, que nació sólo unos años después en 1744), los primeros fabricantes de palos (William Mayne) o los primeros torneos tradicionales (como el que se celebró en 1682 en Leigh), etc.
En poco tiempo, el golf se extendió de Escocia a Inglaterra y de ahí, al resto del mundo.
El golf en España
En España habrá que esperar varias décadas para que la práctica del golf se introdujera en el país.
Las Palmas de Gran Canaria fue la primera ciudad en contar con un club de golf. Fue en el año 1891. Eso sí, los artífices fueron británicos.
El golf en Madrid no llegó, de manera oficial, hasta 1904, cuando se creó el Madrid Polo Club, situado en el Hipódromo de la Castellana. Una década después, y gracias a una donación de Alfonso XIII, este club de golf en Madrid se traslada a otros terrenos y pasa a denominarse Real Club Puerta de Hierro, donde comienzan a celebrarse las primeras competiciones a nivel nacional.
El norte de España también acoge el golf como uno de sus deportes estrella. En San Sebastián, Bilbao, en Zarauz o en Barcelona crean, en poco años, sus campos y clubes de golf.
En las décadas siguientes, el golf se convierte en el juego más de moda en las clases acomodadas del país, proliferando la creación de clubes de golf: el de Pedreña y el de Cerdaña en 1929, el Club de Campo de Madrid en 1930 y el Club de Golf de Tenerife en 1932.
En esta época ya se va entendiendo el golf como un “negocio”, vinculado al turismo, más que como un mero entretenimiento.
En las últimas décadas del siglo XX el golf experimenta un auge imparable en todo el país. Es entonces cuando nace Retamares Club de Golf (en el año 1993), que se ha convertido en uno de los campos de golf en Madrid referentes en todo el país (enlace al post historia de Retamares).
